viernes, 23 de diciembre de 2011

Segundo no-aniversario



Frente al espejo mi segundo no-aniversario. Su reflejo no es el mismo. ¡Ha cambiado tanto desde aquel instante en el que creí perderme!
Sin embargo, la esencia de lo que fui sigue acompañándome en lo que soy. Todos pueden reconocerme por el característico perfume que desprendo, ni mejor ni peor que otros, simplemente el mío.
Ahora mi rostro sonríe frente al espejo… El pozo de mis lágrimas, que parecía no tener fondo, se secó. Ya no hay aguas subterráneas que puedan cubrirlo nuevamente. La tierra se ha vuelto estéril. No hay nada que pueda crecer allí. Todo murió. Aunque costó mucho abandonar el lugar, por el apego de tantos años, he retomado un nuevo camino y he encontrado tierra fértil donde sembrar sentimientos que aportan a mi vida la estabilidad emocional que necesitaba para llenarme el alma de paz.

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