sábado, 3 de marzo de 2012

Vive la vida como si cada día fuera el "primero"

El presuponer que conoces a las personas que te rodean te insta a esperar de ellas ciertas acciones, actitudes y sentimientos. Si esperas de ellos jamás podrán sorprenderte, únicamente decepcionarte. Una buena lección que puede conducirte a la felicidad es pensar que cada uno de los días de tu vida es el primero. De este modo, cualquier hecho que se produzca a tu alrededor podrá maravillarte tanto como la primera vez. La naturaleza es sabia, y creo que esa es la razón por la que olvidamos muchos de los momentos que vivimos. La finalidad es que la vida pueda sorprenderte una y otra vez.
A veces nos obstinamos en no dejar atrás el pasado, intentando mantenerlo vivo en nuestra mente recordándolo. Y los recuerdos de malas experiencias vividas con anterioridad pueden conducirnos al error cuando en tu presente se da una situación similar. Quiero decir que la mente puede jugarnos malas pasadas cuando intenta comprender qué ocurre y lo analiza echando mano de experiencias anteriores. Sin embargo, no hay dos historias iguales, nada de lo que sucede en tu presente se dio en tu pasado, y nada de lo que vives hoy será igual a lo que vivirás mañana.
He leído millones de veces la frase: "vive la vida como si cada día fuera el último". Pero no recuerdo que nadie me aconsejase nunca vivir mi vida como si cada día fuera el primero. De este modo, no esperaré nada de nadie y la vida podrá maravillarme con cada pequeño detalle. Si cada día es el primero no hay recuerdos que puedan confundir mi realidad presente con nada de lo experimentado en otro tiempo.

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